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EL POSADERO Y EL CAMINANTE

A una posada de la serranía llega un fatigado caminante y expone su situación al posadero: no tiene dinero en efectivo, pero si una valiosa cadena de plata de siete eslabones, que le dejará en pago de una semana de alojamiento tiempo mínimo que necesita para reponerse. El posadero acepta, pero exige el pago por adelantado. Ofendido, el viajero acepta a su vez, pero explica que irá pagando día a día (o si prefiere eslabón por eslabón). Puestos de acuerdo ambos hombres, así se cumple en la práctica el trato.
¿ Cuál será el número mínimo de eslabones que tendrá que abrir el caminante para pagar al posadero?

Solución

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